El crecimiento empresarial razonado, por encima de todo

Un sueño cada vez más alcanzable, gracias a la implementación de técnicas de Growth Hacking en tu estrategia de marketing

Vivimos en la era de subirse al tren de las tendencias. En un mercado tan globalizado, destacar se presume un trabajo arduo y pedregoso, lleno de aristas y donde debes medir cada acción que emprendas. El Growth Hacking es un modelo que rompe con el principio de prudencia empresarial, poniendo el foco en el crecimiento a toda costa. Para conseguirlo, debes redefinir cada uno de los productos de tu cartera y su distribución, a fin de que lleguen al máximo número de personas posibles.

La búsqueda por la viralidad tiene un nombre. El Growth Hacking otorga un poder elevado a la creatividad de nuestros recursos, captando con acciones al mayor volumen de usuarios. Al igual que ocurre con el marketing de guerrilla, no tienes que realizar un gran desembolso económico, ya que el ingenio y la analítica serán tus mejores monedas de cambio.

El Growth Hacking y el crecimiento empresarial

Cómo aplicar el Growth Hacking, paso a paso

Tener un producto bueno, no es sinónimo de vender mucho. Para conseguirlo, el marketing suele ser tu mejor aliado, ya que será quien hable de tus virtudes y se ahorre comentar tus defectos. Tu público objetivo quiere respuestas a sus necesidades y, cubrirlas en tiempo y forma, será tu principal tarea. Ahora bien, como menciona el dicho, no es oro todo lo que reluce. Tu punto de partida, aplicando una estrategia de Growth Hacking, se encuentra en el análisis del producto y de tu cliente potencial.

Crea un producto donde el cliente se encuentre en el foco

La clave no está únicamente en ser el primero, a veces llegar al mercado en tiempo y forma nos permite llegar a ser la primera opción del usuario. Tu producto habla de tu marca y es el poso que queda para tu público objetivo.

¿Por qué no empezamos por el principio? Somos únicos pero, dentro de nuestras diferencias, aún se perciben denominadores comunes entre nosotros. Al ojear un escaparate de una tienda, en función de nuestro rango de edad, estilo, gustos o sexo, nos fijamos en un tipo de artículo o en otro. Es instintivo, no controlamos el impulso de clavar la mirada en aquello que nos gusta. Esta es la chispa que quiere provocar en ti toda empresa. ¿No crees que las marcas deben tener en cuenta a su potencial cliente? Investigar los diferentes mercados donde actúas, lanzar encuestas o revisar cómo son tus seguidores en redes sociales, te ayudará a construir un avatar o buyer persona, quien reunirá las características más habituales de tus compradores.

El Growth Hacking va de potenciar un único mensaje y hacerlo viral

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿Conocer a tu cliente o identificar el contenido de tu mensaje? Es momento de preguntarnos qué queremos comunicar, qué canales vamos a utilizar y hasta dónde queremos llegar, ¿Qué necesidades tiene tu público objetivo? ¿Qué temas les interesan? ¿Qué lenguaje utilizan? El posicionamiento de tu marca está en juego, de modo que sé transparente y deja una huella imborrable.

Por poner algún ejemplo fácil, Lego se fundó en 1932 y se ha enfocado en la venta de juguetes a un público infantil. Su tipo de cliente ha estado siempre claro y, la forma de tocar a otro target, ha sido a través de crear megainfraestructuras al alcance de equipos formados por adultos y pequeños. En la actualidad, los que jugaban con sus piezas, han crecido: van al cine y visitan centros comerciales, ¿Por qué no estar donde está tu cliente potencial? Acompaña al cliente que ha sido fiel seguidor de la marca durante las diferentes etapas de su vida. Entendemos que Lego no pensaba salirse de su producto franquicia, pero fueron ambiciosos y decidieron abrir la marca a otros ámbitos.

Las redes sociales son un altavoz magnífico para crear esa viralidad. No te marques techos y busca la red social que más se adapte a tu cliente. Una herramienta idónea para impulsar tu estrategia de Growth Hacking ya que, acciones como la de participar en hashtags muy populares, entrando en debates con grandes marcas y usuarios, nos permitirá ganar en reconocimiento de marca y crecer al mismo ritmo que la conversación.

Mejora tu producto constantemente

Si estás en la rueda y obtienes resultados, evita confiarte. El éxito puede perdurar en el tiempo o ser fugaz: está en tus manos. Con una estrategia de Growth Hacking podrás crecer de la misma forma que descender si no sigues emprendiendo acciones. Esto va de salirte constantemente de tu zona de confort y sorprender.

Crecimiento marca Lego Growth Hacking

Detrás de una estrategia de Growth Hacking hay un Growth Hacker

Tan obvio como cierto. La persona que tome los mandos de esta estrategia, debe reunir una serie de características acordes al proyecto. Su capacitación influirá, sin lugar a duda, en la obtención del resultado final.

Control analítico: funciona en multitarea

Medir, medir y si sobra algo de tiempo, medir. Esta persona se deberá equipar de todas las herramientas de analítica posibles que agrupen todas las acciones en vivo. Requieres velocidad de ejecución, por lo que el análisis va ser la piedra angular de la que gire cualquier otro movimiento en relación a tu estrategia de Growth Hacking.

Otro dogma que impera es el de fallar barato. Una vez conoces a tu público objetivo y planteas tu hoja de ruta, toca crear una acción rompedora y disruptiva. Tenemos una pistola y dos balas, si con la primera no atinamos depositaremos todas nuestras esperanzas en la última bala. Por esta razón, antes de pasar a la acción, pensemos muy bien cómo queremos llegar a nuestro target.

Importa vender: Sé ágil, aprovecha cualquier idea y deja la vergüenza para otra ocasión

En una estrategia de Growth Hacking se da un valor especial a la inmediatez, a la creatividad y al desparpajo. Tus ideas pueden llevarte al estrellato o a estrellarte, pero de sabios es reconducir una estrategia con malos resultados. Si tu campaña no funciona, diagnostica el problema y, si es endémico, rompe con ella. Un Growth Hacker debe impulsar nuevas acciones, apoyado en herramientas y en otros recursos de la empresa, como el brainstorming donde un equipo de trabajo aporta un cúmulo de ideas en aras de una línea de trabajo en común.

Aptitudes analíticas

Investiga: la empresa que vende tornillos te puede inspirar

La creatividad también se trabaja. El marketing está instalado, de menor o de mayor forma, en los planes estratégicos de todas las empresas (aunque a veces ni siquiera lo sepan). Por fortuna, tenemos infinidad de sectores de actividad que operan en los mercados, y cada producto o servicio tiene su particular forma de darse a conocer. Marcas como Ikea, son el claro ejemplo de tener un producto poco atractivo y presentarlo de manera ingeniosa. Es por este motivo que un Growth Hacker debe estudiar, en su competencia y en otros sectores distintos, cómo trabajan las marcas sus productos.

Desde esta nueva entrada de nuestro blog, te invitamos a coger un periódico, visitar un comercio electrónico o fijarte en la publicidad que ves dando un paseo, e identificar cómo las firmas buscan vender y posicionarse gracias a sus campañas. El marketing no tiene techo.

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