TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE LA METODOLOGÍA DE TRABAJO QUE ARRASA EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EN TODO TIPO DE EMPRESAS

Hoy hablaremos, en el blog de Iberaval, del Design Thinking.

En los últimos tiempos se habla mucho de poner al cliente en el centro de la acción. De hecho, ese planteamiento debería ser la esencia de toda empresa que busque vender (lo que sea): tener en cuenta las necesidades del potencial consumidor de un producto o servicio. De manera que, cuando un pequeño negocio se plantea crear o renovar su sitio web, por poner un ejemplo, debería observar qué va a facilitar procesos de adquisición a los usuarios, y no hacer sólo sencillas las cosas para sí mismo. Si ambas cuestiones se pueden combinar, mejor que mejor.

Con este planteamiento han surgido en los últimos años diferentes metodologías de trabajo, entre las que destaca el denominado Design Thinking.

¿Qué es el design tkinking?

Una metodología ágil de innovación que busca diseñar, crear y difundir productos o servicios partiendo del punto de vista de quien va a requerirlos.

Partiendo de un brainstorming o lluvia de ideas grupal por parte de responsables de la empresa (según tamaño de la misma y áreas de trabajo), se pondrán sobre la mesa aquellos puntos de dolor que atañen al consumo por parte de nuestros potenciales clientes.

La colaboración es clave en el Design Thinking

Una vez definidos esos huecos en los que creemos poder acceder, debemos ver cuáles son las soluciones más oportunas a las necesidades que observamos, para posteriormente diseñar prototipos que abordarán esas carencias existentes.

Estos son los procesos previos a un lanzamiento que debe marcar otro hito dentro del planteamiento. Ese es el momento que marca el inicio de la medición de resultados, a partir de la cual se podrán ir corrigiendo fallos.

Todos aportan

El Design Thinking es, por tanto, una manera de abordar el cambio desde un pensamiento sistémico, que plantea mejoras importantes desde un planteamiento expansivo, en el que no sólo el CEO tiene que aportar.

Otro de los lemas que defiende el Design Thinking es ese que dice que «todo el mundo es creativo».

La solución se arma a partir de las necesidades y deseos del consumidor e igualmente, como si de un test A/B se tratara, la identificación de fallos va a permitir ir corrigiendo sobre la marcha para alcanzar los mejores resultados.

¿Quién inventó el Design Thinking?

La primera persona en emplear el término Design Thinking fue el Premio Nobel de Economía 1978 Herbert Simon, en 1969, aunque la idea a partir de la cual surge esta disciplina de trabajo y acción nace en la escuela de arquitectura de Bauhaus, de la mano de Walter Gropius.

Planteamiento colaborativo

Sin embargo, no sería hasta cuatro décadas después, cuando el teórico Tim Brown, de la Universidad de Stanford, desarrolló un completo estudio sobre la citada metodología, que fue publicado en la prestigiosa Harvard Business Review. Años antes, en la misma universidad californiana, David Kelley ya se adentró en la disciplina. Ambos son socios en la empresa IDEO, una de las consultoras más famosas del mundo en lo referido a diseño de productos.

¿Qué ventajas OFRECe el Design Thinking?

Entre las ventajas que pueden asignarse a esta metodología se encuentra la interacción entre mandos de la compañía que propone nuevas soluciones, a partir de un análisis de la situación, la observación del entorno y una propuesta de valor basada en la mejora de las condiciones que requiere el usuario. Asimismo, va a propiciar la eliminación de taras o deficiencias en productos o servicios a partir de planteamientos unificados y creativos, en algunos casos innovadores, y esto va a permitir mejorar el branding y el posicionamiento global de la marca.