La Rioja emprende menos, pero con más solvencia: el GEM 2025 llama a activar nuevos resortes para el crecimiento
El Rectorado de la UNIR acoge la presentación del Informe GEM Rioja 2024-25, que alerta sobre la baja tasa de emprendimiento en la región y la necesidad de reforzar la financiación y la formación emprendedora
La Rioja vive un momento de luces y sombras en materia de emprendimiento. Así lo refleja el último Informe GEM Rioja 2024-25, presentado en el Rectorado de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) bajo el lema Palancas de activación de los ecosistemas emprendedores: una oportunidad para La Rioja.
El estudio, elaborado por el Observatorio del Emprendimiento de La Rioja con el apoyo de UNIR e Iberaval, muestra una caída de la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) hasta el 3,3 por ciento, el valor más bajo de la serie histórica y menos de la mitad de la media nacional (7,2 por ciento).
Pero el dato, que podría parecer alarmante, se matiza con un indicador clave: la tasa de abandono empresarial es la menor de España, apenas un 1,5 por ciento.
En palabras de Pedro Pisonero, director general de Iberaval y moderador de la mesa redonda que cerró la jornada, remarcó que en La Rioja existe un ecosistema prudente.
Un espacio que apuesta por proyectos más sólidos y menos impulsivos, aunque esto conlleva también un déficit de volumen y ambición empresarial.
Al respecto, invitó a difundir los proyectos referentes que sí existen en la comunidad autónoma.
AVANCE EN DINAMISMO
La Rioja vuelve a demostrar que el emprendimiento puede florecer incluso en los valles más recónditos.
En un territorio donde la tasa de paro se mantiene entre las más bajas de España y el talento está educado y empleado, la falta de emprendimiento se convierte en un reto colectivo.
Así lo expresó Elena Betes, fundadora de Rastreator.com, durante un reciente encuentro de innovación en la región, donde incidió en la relevancia que tiene el fracasar en el emprendimiento.
Betes insistió en que «las personas no quiebran, aprenden; lo que quiebran son los proyectos», y animó a los empresarios riojanos a «salir del valle», aprovechar su capital humano y abrazar los pilares del emprendimiento: aceptar el fracaso, ampliar la mirada y activar el cambio.
En un entorno con 98,8 millones de botellas producidas al año, pero con escasa cohesión empresarial, el mensaje fue claro: hay que creer más en el potencial del propio territorio.
Por su parte, Daniel Medina, autor de 101 historias de innovación y promotor de una plataforma que conecta el ecosistema innovador nacional, recordó que vivimos una era de cambios exponenciales y que «innovar es resolver problemas que valga la pena resolver». Este inversor defendió la motivación y la comunicación para hacer del emprendimiento como un elemento de mejora en su vida.
En su intervención, subrayó que las ideas están sobrevaloradas, y que la clave está en la velocidad y la experimentación.
Su receta para el futuro empresarial pasa por conectar, aprender, acelerar y comunicar, cuatro verbos que resumen la actitud necesaria para mantener el pulso competitivo.
Tanto en el agro como en la industria, los proyectos riojanos necesitan activar el cambio, apoyarse en alianzas público-privadas como las que impulsa Iberaval, y apostar por inversiones que garanticen la sostenibilidad económica y social del territorio.
FINANCIACIÓN ESCASA
Uno de los aspectos más preocupantes del informe es la drástica reducción del capital semilla disponible: de 41.300 euros de media en 2023 se ha pasado a 15.000 en 2024. Además, el 60 por ciento de las nuevas iniciativas se sostienen exclusivamente con ahorros personales, sin recurrir a financiación externa. «Esta situación limita la capacidad de crecimiento y diversificación del tejido productivo riojano», advierte Pisonero. Desde Iberaval se plantea, por ello, el lanzamiento de un microaval específico para fases iniciales, que permita a los emprendedores complementar sus propios recursos sin comprometer la solvencia del proyecto.
El informe también dibuja un perfil de emprendedor marcado por la necesidad: el 70,5 por ciento inicia su negocio por falta de alternativas laborales. Más de la mitad de las nuevas empresas riojanas no tienen empleados y el 44 por ciento no prevé contrataciones en los próximos cinco años.
PERCEPCIÓN BAJA DE CAPACIDADES
Otro de los indicadores que exige atención es el de autopercepción: solo el 39,6 por ciento de los riojanos considera tener las habilidades necesarias para emprender, el dato más bajo de toda España. Para los expertos, esta carencia no es económica, sino formativa y cultural. De ahí la importancia de reforzar la colaboración entre entidades como ADER, Iberaval y universidades como la UNIR, para desarrollar programas de capacitación, digitalización e incorporación de tecnologías emergentes.
Aun así, el Índice de Contexto de Emprendimiento Nacional (NECI) otorga a La Rioja una puntuación de 4,7, por encima de la media española (4,3) y europea (4,6). Esto significa que las bases estructurales son sólidas: existe una buena red institucional y una infraestructura adecuada, aunque la burocracia y el acceso a financiación siguen siendo los principales cuellos de botella para nuevos proyectos.
VOCES DE REFERENCIA
El acto celebrado hoy en Logroño congregó a un centenar de representantes del ecosistema emprendedor regional. Tras la bienvenida del presidente del Observatorio del Emprendimiento de La Rioja, Luís Ruano; el rector de la UNIR, José María Vázquez García-Peñuela, y de la consejera de Economía, Innovación, Empresa y Trabajo Autónomo, Belinda León, el coordinador técnico del GEM Rioja, Juan Manuel Domínguez, expuso los principales resultados del estudio.
La cita contó con ponencias de dos referentes del emprendimiento y la innovación: Elena Betes Novoa, fundadora de Rastreator y actual consejera delegada de Emooti, quien animó a «aceptar el fracaso y ampliar la mirada para activar el cambio».
Por su parte, Daniel Medina, creador de Area101 y profesor en IE Business School, que compartió su experiencia en la construcción de ecosistemas innovadores y colaborativos.
La jornada culminó con una mesa redonda moderada por Pedro Pisonero, en la que participaron Betes, Medina, Carlos Lacosta (DayOne Ebro de Caixabank) , Isabel Díez Vial (UNIR) y Víctor de Pablo (Ricari).
Todos coincidieron en la urgencia de derribar barreras estructurales —burocráticas, culturales y financieras— para que el emprendimiento deje de ser una respuesta a la necesidad y se convierta en una opción real de desarrollo económico.
OPORTUNIDAD DE NUEVO CICLO
El mensaje final del encuentro fue claro: La Rioja dispone de las bases, el talento y los recursos para avanzar hacia un modelo emprendedor más ambicioso, siempre que se actúe de forma coordinada.
El Observatorio del Emprendimiento y sus aliados, entre ellos Iberaval y la UNIR, apuestan por reforzar las palancas que el GEM 2025 ha identificado: microfinanciación adaptada, diversificación hacia sectores industriales y tecnológicos, y formación emprendedora orientada a la acción.
