Miguel Ángel Gómez, en el curso de la Universidad Pablo de Olavide

Miguel Ángel Gómez defiende la colaboración público-privada para apuntalar el crecimiento y solvencia de las sociedades de garantía, en su función de apoyo a la financiación empresarial

El director general adjunto de Riesgos de Iberaval participa en la mesa redonda «Situación actual Las sociedades de garantía en España», en el marco de los Cursos de Verano Olavide en Carmona

«La colaboración público-privada resulta esencial para apuntalar el crecimiento y solvencia de las sociedades de garantía, como Iberaval, en su función de apoyo a la financiación empresarial». El director general adjunto de la SGR, Miguel Ángel Gómez, fue así de rotundo, durante su intervención en una mesa redonda organizada en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide, en la localidad sevillana de Carmona.

A juicio del representante de Iberaval, «este tipo de apoyos, esta colaboración público-privada -como la que presta en Castilla y León la Junta, a través del Instituto para la Competitividad Empresarial; en La Rioja, ADER; o en Madrid, el Ayuntamiento de la capital- subvencionan de manera finalista a la pyme, no a la sociedad, y en la medida que se potencian podemos crecer con un nivel de solvencia adecuado».

FUNCIÓN SOCIAL

En este contexto, Gómez Castellano incidió en que la función social de las SGR se activa de manera evidente con estas alianzas, dado que se permite acceder a financiación a proyectos que, de otra manera, «sería imposible que la obtuvieran».

El director general adjunto de Iberaval remarcó el grado de penetración alcanzado por esta SGR en su zona tradicional, pero también en la de expansión, a partir de diferentes estrategias, como la absorción de Transaval hace ya casi una década, y la apuesta por nuevos formatos de captación de usuarios, como sus canales online.

UN SISTEMA DE GARANTÍAS FUERTE

La cita académica también permitió poner en valor el avance que han vivido, durante los últimos años, las sociedades de garantía, que han alcanzado una mayor visibilidad entre la sociedad gracias a iniciativas como la plataforma Con Aval Sí o su Informe sobre Financiación de la Pyme en España, que tuvieron su punto de partida durante el último mandato de Iberaval en la Confederación de Sociedades de Garantía, SGR-CESGAR.

Ponentes en la mesa redonda sobre financiación y pymes

Al respecto, los participantes destacaron el papel jugado por las instituciones de garantía en España en periodos anticíclicos, como el que tuvo lugar durante la pandemia del coronavirus, con récord absoluto de actividad.

FUTURO PROMETEDOR

Por otra parte, Zenón Vázquez, de Elkargi; José María Badía, de Afín SGR; Antonio Vega, de Garántia; y el propio Miguel Ángel Gómez Castellano, de Iberaval, bajo la moderación de la profesora Carmen Pérez López, insistieron en plantear el futuro del sector como «prometedor», para, a renglón seguido, apostar por nuevos retos, como la agilización de procesos y la diversificación de productos y servicios.

De igual manera, se apuntaron, como opciones de progreso, la agilización de la trazabilidad y el respaldo al crecimiento sostenible, ligado a políticas europeas, a partir de productos vinculados a la protección medioambiental o la digitalización.

En su intervención, los ponentes plantearon simplificar procedimientos administrativos, y defendieron que para crecer con solvencia «sólo con el capital de los socios, no resulta factible, juegan ahí un papel clave las administraciones y los socios protectores».

RETOS Y OPORTUNIDADES

El curso, titulado Retos y oportunidades del sistema de garantías en la financiación de pymes y autónomos, organizado por el profesor Antonio Trujillo, y por el director general de Garántia, Antonio Vega, estuvo dirigido a egresados y estudiantes de las áreas de Economía, Finanzas y Contabilidad de la Universidad, pero también a emprendedores autónomos y empresarios, así como a técnicos de la Administración Pública.

El curso ha contado con el respaldo de las universidades de Jaén y Sevilla y el patrocinio de la Diputación de Sevilla y la Fundación Cajasol.