Construir futuro entre ingeniería y empresa: Cajaviva llama a invertir en conocimiento para no perder el tren de la competitividad

El CEO de Hiperbaric, Andrés Hernando, explica cómo una empresa burgalesa ha logrado encabezar un sector forjado en la innovación

La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) acogió la jornada Excelentes Cajaviva. Construir futuro: entre ingeniería y empresa, un encuentro en el que directivos del ámbito financiero, empresarial y de la Administración reflexionaron sobre cómo la innovación y el conocimiento marcarán la competitividad de Castilla y León y de España en los próximos años. El foro, organizado por Cajaviva Caja Rural y la propia UEMC, contó con la colaboración de entidades como Hiperbaric, la Junta de Castilla y León e Iberaval, que se sumaron a la apuesta por acercar la realidad de la empresa al aula universitaria.

La sesión fue inaugurada por Jesús Zarzuela, consejero delegado de la UEMC, quien subrayó que desde la universidad «se pueden crear oportunidades» si se tienden puentes reales con el tejido productivo y se dota a los estudiantes de competencias alineadas con los retos que ya están transformando la economía. Sobre ese diagnóstico ahondó Ramón Sobremonte, director general de Cajaviva, al situar a los asistentes ante la «tercera gran revolución»: la del conocimiento, articulada en tres grandes oleadas tecnológicas —informática, internet e inteligencia artificial— que están redefiniendo la forma de trabajar, de emprender y de competir.

BLOQUES EN INVERSIÓN

Sobremonte repasó algunos datos que, a su juicio, deberían activar todas las alarmas. Mientras el bloque asiático democrático encabeza la inversión en I+D+i sobre PIB, con países como Corea del Sur —por encima del 4 %— o Japón —en torno al 3,45 %—, y Estados Unidos se mantiene en niveles similares a los japoneses, la Unión Europea se sitúa de media en el 2,26 %. Dentro del club europeo, los países centroeuropeos y nórdicos superan el 3 %, mientras que el arco mediterráneo y buena parte del Este se mantienen por debajo de esa cifra, arrastrando inercias históricas. España, recordó, apenas alcanza el 1,4 % de su PIB destinado a investigación y desarrollo.

En ese contexto, citó el informe elaborado en 2024 por Mario Draghi, que advierte de que Europa está «a punto de perder el tren de la competitividad» y necesita movilizar cerca de cinco billones de dólares para equipararse a Estados Unidos en inversión estratégica. Un año después de la publicación del documento, lamentó Sobremonte, no se ha avanzado de forma significativa en esa dirección. «Cuando no se invierte y no se innova, las empresas no se transforman y se convierten en elementos de enorme continuidad», advirtió, poniendo el foco no sólo en los recursos económicos, sino también en la necesidad de talento cualificado.

ENSEÑAR A PENSAR

El director general de Cajaviva defendió que la universidad tiene un papel clave en este cambio de paradigma. No basta con transmitir técnicas o contenidos: es imprescindible enseñar a pensar, fomentar el espíritu crítico y la mentalidad disruptiva e integrar de forma natural la inteligencia artificial en la formación. Sólo así, afirmó, surgirán innovadores capaces de generar las soluciones que demandan las empresas en un entorno global.

Como ejemplo de esa combinación entre ingeniería puntera, visión internacional y apuesta decidida por el I+D, intervino Andrés Hernando, CEO de Hiperbaric. La compañía, con sede en Burgos y unos 200 empleados, se ha especializado en tecnología de alta presión y cuenta con oficinas en Miami, San Luis de Potosí (México) y Shanghái, además de colaboradores en Australia. Su principal fuerza comercial se concentra hoy en Estados Unidos y China, dos de los mercados más exigentes del planeta.

DOS LÍNEAS DE NEGOCIO

Hernando explicó que Hiperbaric ha construido su liderazgo en dos grandes líneas de negocio: el procesado de alta presión (HPP) para alimentos y bebidas —con equipos capaces de alcanzar los 6.000 bares— y la compresión de hidrógeno para movilidad sostenible y almacenamiento industrial. Tras una década de inversión continuada en I+D, la empresa ha comenzado a recoger los frutos: las soluciones de hidrógeno, que empezaron a desarrollarse en 2020 y se comercializan desde 2021, suponen ya alrededor de 8 millones de euros sobre una facturación total cercana a 90 millones.

El directivo insistió en que «invertir en I+D no da resultados inmediatos; hay que mantener el pulso y el ritmo», y reivindicó la resiliencia como condición imprescindible para cualquier compañía tecnológica. Hiperbaric, que también desarrolla compresores de agua y argón para distintos mercados, sigue siendo líder indiscutible en su nicho, con crecimientos en torno al 15 % anual y una estrategia clara: «ir por delante» de los competidores, aunque el mercado no sea masivo.

VISIÓN AUTONÓMICA

La jornada fue clausurada por Rubén Rodríguez Lucas, viceconsejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, quien vinculó directamente la excelencia al esfuerzo y a la innovación. Rodríguez defendió que «desde nuestra tierra se puede competir al máximo nivel» si se afrontan con ambición los retos globales y locales del siglo XXI, y animó al alumnado a no tener miedo a pensar en grande y a aportar ideas nuevas. 

Recordó, además, que el 82 % de los titulados universitarios de la comunidad está trabajando, un dato que avala la empleabilidad de la formación superior cuando va de la mano de las necesidades reales de las empresas.

Más allá de las ponencias, el encuentro Excelentes Cajaviva se planteó como un espacio de diálogo entre futuros ingenieros, directivos financieros, industriales y representantes institucionales, con un tiempo final dedicado al cóctel y al networking para favorecer contactos y posibles colaboraciones. En ese ecosistema, la presencia de Iberaval como entidad colaboradora reforzó la idea de que el acceso a la financiación y el acompañamiento especializado son piezas fundamentales para que las ideas que nacen en las aulas puedan convertirse en proyectos empresariales sólidos y capaces de competir en mercados internacionales.