Crecer y consolidar un proyecto requiere de obtener financiación

El sistema financiero ofrece diversas formas de acceder al crédito y las sociedades de garantía son una alternativa con grandes ventajas

Todos los caminos llevan a Roma. Una partida importante de los estados contables de las pymes se titula “deudas con entidades de crédito” y representa un campo reseñable en el pasivo, tanto a corto plazo como en el largo plazo. Captar recursos externos permite a un negocio, entre otras muchas opciones, competir en el mercado, facilitar el flujo cobros-pagos de su actividad o expandir el proyecto dentro del territorio nacional e internacional. Las pymes constituyen los pilares fundamentales que sostienen al modelo económico nacional. En porcentaje, no hay debate: representan más del 99% del volumen de empresas. En la batalla por la subsistencia, es habitual que los negocios recurran a las sociedades de garantía o a otros métodos de obtener financiación.

Financiación y pymes conforman un binomio inseparable y necesario. El sector financiero ha cambiado mucho en las últimas décadas debido a, entre otros factores, los procesos de digitalización y a la adaptación de productos en cartera orientados a las necesidades concretas de cada cliente. Este escenario no es estático y se entiende que, con el universo blockchain y el camino emprendido hacia el metaverso, todo lo que conocemos pueda dar un giro de 180 grados.

Las sociedades de garantía se consideran entidades financieras y están sometidas al control e inspección del Banco de España, al igual que ocurre con los bancos convencionales. Su desarrollo está ligado al devenir de las pymes y, en esta nueva edición de nuestro blog, te vamos a resumir algunas de sus ventajas y otros métodos de financiación disponibles.

sociedades de garantía financiación

¿Qué es una sociedad de garantía?

Metámonos en harina. Las sociedades de garantía nacen con la premisa de acercar la financiación a pymes, autónomos y emprendedores, otorgando avales que respalden los proyectos empresariales frente a las entidades de crédito. Sin duda, conforma un nexo de unión entre sus socios y los bancos, dado que estos últimos no ven peligrar su apuesta puesto que, en caso de impago, las sociedades de garantía responden como avalistas. Esta posición es ventajosa para el socio potencial, dado que al estar el reembolso cubierto, las entidades pueden rebajar sus condiciones, dar plazos de devolución mayores y bajar el tipo de interés de la operación.

En el párrafo anterior, hemos incluido el término “socios” y esta condición no es baladí: dado el carácter mutualista, una sociedad de garantía únicamente puede garantizar operaciones de sus socios. Para obtener esta condición, el cliente deberá depositar un importe en consonancia con la operación otorgada, montante que será devuelto una vez se amortice la totalidad de la operación y previa solicitud del titular.

El asesoramiento compone la punta de lanza de estas sociedades. Las sociedades de garantía, según el Régimen Jurídico de las Sociedad de Garantía Recíproca (Ley 1/1994), podrán prestar servicios de asistencia y asesoramiento financiero a sus socios, lo que añade valor al proceso, independientemente de que se formalice o no el aval.

Métodos de financiación alternativos

¿De qué otros métodos de financiación dispones?

Además del flujo tradicional y archiconocido, cliente-banco, y el citado a través de la intervención de las sociedades de garantía, hay otras pasarelas donde obtener financiación. A continuación te resumimos algunas de ellas.

Crowdfunding

Multitud de proyectos no ven la luz por no tener un inversor con intención de dar el primer paso. Este método de financiación conecta una iniciativa empresarial con personas dispuestas a empujar su desarrollo con parte de su capital. Hoy en día, este término no es desconocido en el universo empresarial: las start up son un claro ejemplo de recurrir a rondas de financiación para construir los pilares de sus proyectos y, en este sentido, los promotores, toman un papel esencial a la hora de captar interesados potenciales.

Crowlending

Financiación directa entre particulares. Se suele tramitar vía portal web y, las personas que invierten, solicitan un retorno estipulado a través de un contrato y en términos de rentabilidad.

Business Angel

Una figura muy habitual en los tiempos que vivimos. Hablamos de una persona física que aporta financiación y/o experiencia al proyecto, buscando la viabilidad del mismo. Una idea sensacional para iniciativas de emprendedores donde, el conocimiento del sector, se abre paso. Ellos aportan sus propios fondos y/o experiencia, a diferencia de las entidades de capital riesgo que mueven el dinero de terceros.

Friends, Family and Fools

Esta iniciativa empresarial obtiene recursos de sus familiares y amigos y se utiliza para otorgar forma al proyecto. Un paso lógico y lleno de emotividad, ya que hay una unión inconfundible entre el emprendedor y el inversor.

Bartering

Lo que comúnmente denominamos “sinergia”. Se produce un intercambio de servicios entre empresas, aprovechando las infraestructuras de una de ellas a cambio de, por ejemplo, patentes o estudios de determinado mercado. No constituye un medio de financiación directa pero, sin duda, influye positivamente en tus arcas.

    Rondas de financiación

    La salud financiera está en nuestro ADN

    La cercanía al sector empresarial avala a las sociedades de garantía. Su ámbito suele ser multisectorial y su área de acción regional. El sector de las sociedades de garantía ha ido evolucionando a medida que han variado los métodos de financiación, otorgando soluciones muy personalizadas.

    Iberaval respalda a negocios en su sueño de crecer y perdurar en el mercado. Con más de 35.000 socios a lo largo y ancho del territorio nacional, constituye una entidad representativa en el sector financiero.

    Iberaval es una sociedad de garantía que impulsa la financiación

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